¿Sabías que no es recomendable que los niños vean programas en pantalla antes de cumplir año y medio? Esto incluye el televisor constantemente conectado en casa. Entre el año y medio y los dos, pueden verlas un máximo de 20 minutos, pero con la persona que los cuida y de ninguna manera solos. Con dos años se puede aumentar a una hora diaria, pero sin dejar el acompañamiento. En esta edad, superar regularmente estos límites (a partir de 3 horas al día) puede causar no solo problemas de comportamiento sino también retrasos en el desarrollo cognitivo y del habla del niño. Conversaciones telemáticas con familiares no entran en esta categoría.
Afortunadamente, los niños en edad preescolar ya no se ven tan afectados por la televisión encendida en la habitación cuando están jugando concentradamente, pero vale la pena asegurarse de que no escuchen o vean algo que les sea difícil de procesar. Los acontecimientos bélicos actuales son solo una adición a la jungla de programas que ya están diluidos con publicidad y otra información comercial de los que difícilmente se puede hablar con niños de edad preescolar. O mejor dicho se puede tratar temas a su nivel, pero las imágenes de noticias o comerciales realmente no ayudan a ello.
Los niños en edad preescolar se ven más apoyados en el desarrollo de su vocabulario por las películas destinadas a su edad, cuanto mayor sea su vocabulario activo alcanzado hasta el momento. Es recomendable charlar con ellos antes de ver una película por ejemplo sobre lo que hemos estado viendo de esa serie últimamente y qué recuerda de ella, o comentar y discutir la historia un poco más tarde. Esto también es importante para que su vocabulario recién adquirido se transfiera de la zona pasiva a la activa. Por supuesto, lo mejor es que una película no sea seguida inmediatamente por otra, sino por alguna actividad diferente, como un paseo, durante el que pueda pensar más en sus impresiones.
Es verdad, que, cada vez son más las familias que ya no tienen televisor, sino otros dispositivos con más pantallas, que conllevan no solo posibilidades adicionales, sino también más dificultades.
Las buenas películas o juegos infantiles enriquecen a los niños con algún conocimiento nuevo o dando buenos ejemplos de convivencia social. Si los niños además están aprendiendo o practicando un idioma extranjero, matamos dos pájaros de un tiro.
En este sentido, he aquí algunas series en inglés que los estudios han encontrado útiles para ampliar los recursos lingüísticos:
Sesam street, Barney and Friends, Pinky dinky doo, Between the Lions (+ ortografía en inglés) Cyberchase (+ mates).
Las aplicaciones para tablets también son una excelente opción para niños plurilingües, ya que brindan interoperabilidad entre diferentes idiomas. Pueden cambiar el idioma en cuestión de segundos, o por ejemplo buscar datos, e incluso leer las instrucciones en diferentes lenguas. Cómo por ejemplo en el caso del Amazing alphabet o la aplicación Our story, reconocidas por los investigadores.
Por lo general, cuánto más saben los padres de las nuevas tecnologías tanto más aprovechan los niños los aspectos positivos del ciberespacio también en lo que respecta a los idiomas.
Se parece mucho a la comida. Hoy en día se puede conseguir tantos dulces y alimentos poco saludables que no es seguro tomar decisiones instintivas sobre la alimentación. Es fácil consumir comida rápida y dulces, por un lado, porque todos los anuncios nos impulsan a ello, y por otro lado porque son fácilmente asequibles. Del mismo modo que es necesario aprender a comer sano, es imprescindible conocer los criterios para utilizar los dispositivos digitales de forma saludable.
Sobre todo, porque los niños todavía nos hacen caso sobre qué y cuánto ver o jugar. Vale la pena aprovechar esta oportunidad, porque con los adolescentes ya difícilmente podremos hacerlo.
Escribo sobre esto porque en las últimas semanas varios padres llegaron a mi consulta con el problema de retraso en el desarrollo de lengua de sus hijos. Por supuesto, esto no solo puede deberse al tiempo que pasa el niño frente a la pantalla, pero es un factor que también influye.
Se puede cambiar un mal hábito en cualquier momento, pero lo más importante es pedir ayuda para que alguien juegue con ellos en vez de que miren tu móvil o una serie de televisión. Si sufres por la soledad al estar sola con tu hijo, especialmente en el extranjero, donde no tienes parientes y puede que no tengas un círculo de amigos en quien confiar, entonces puede ayudarte una guardería o una canguro. Será importante que tampoco ella utilice los dispositivos para tener tranquilo a tu hijo.